
Los técnicos del Indec dieron otro paso hacia la normalización de las estadísticas públicas (Télam)
La conducción del Indec, encabezada por Jorge Todesca, cumplió con la promesa de reconstruir en ocho meses los umbrales de pobreza e indigencia, y difundió los datos desde abril hasta agosto de 2016.
La información circunscripta al área de la Ciudad y el Gran Buenos Aires, que es clave para fijar las líneas de indigencia y pobreza de la población del AMBA, determinó para agosto niveles de $5.175,92 y $12.489,37, respectivamente, para una familia tipo compuesta por dos adultos y dos menores de 6 y 8 años.
De ahí surgió que una familia que no fue capaz de generar o recibir ingresos monetarios por todo concepto, incluidos los provenientes de programas asistenciales, mayores de $172 por día para poder comer, cayó en estado de indigencia, mientras que la que pudo superar ese umbral, pero no llegó a$416 diarios, que es lo que se necesitó para comprar la Canasta Básica Alimentaria y pagar servicios públicos y privados esenciales, se ubicó en estado de pobreza.