Llaver con Fiat ganó en el Super TC 2000 en el Autódromo de La Pampa

La novena fecha del Súper TC2000 se completó este domingo en el Autódromo Provincia de La Pampa y el mendocino Bernardo Llaver (FIAT Linea) fue el absoluto e incuestionable dominador de principio a fin.

El piloto cuyano no tuvo dramas, después de ganar la serie más rápida de la mañana, de dispararse apenas se puso en marcha la competencia decisiva. Sólo hubo una buena porfía en la largada con su compañero de equipo, Manu Urcera, ganador de la primera serie. Después, todo fue a pedir de Llaver, quien consiguió su segunda victoria final en la temporada después de la lograda en Oberá.

La lucha estuvo atrás y el líder del campeonato, Agustín Canapino, quien partió décimo en la final, llegó sexto y sumó valiosos puntos pensando en el campeonato. Porque el Tano Pernía fue octavo y Facundo Ardusso décimo. El arrecifeño de Chevrolet volvió a hacer negocio y a dar, en la recta final del campeonato, otro paso clave.

Gran carrera de Toyota ya que Esteban Guerrieri se subió al podio con el tercer puesto, mientras que Matías Rossi acabó en la quinta posición.

Está claro que en un autódromo como el de Toay, uno de los más veloces que visita la categoría en el año, gana un combo de situaciones: el mejor motor y el piloto que cometa menos errores. Llaver soportó el acoso inicial de su compañero, no se equivocó en la curva 1 y si bien se aplaudieron primero en el tobogán. De ahí, hasta el final, todo fue un concierto del mendocino.

La historia de Llaver, un piloto sacrificado, querido por sus colegas porque además de gran deportista es una persona de bien, tiene un valor agregado en Toay. No dejó dudas sobre la pista y envió un mensaje al Fiat Petronas pensando en la butaca de 2017. “Todavía no estoy confirmado, espero que las dos victorias en el año ayuden”, dijo.

Del pelotón hubo poco que contar. Sólo un par de maniobras, entre ellas las de Esteban Guerrieri sobre Mariano Werner para capturar el tercer lugar y viajar derecho al podio. Esa maniobra le costaría una posición ya que los comisarios deportivos entendieron que fue peligrosa. Atrás nada hacía sospechar que hubiese grandes cambios, sobre todo porque Canapino parecía contentarse con el sexto lugar que le garantizaba, además de un buen rendimiento, la sensación de haber sorteado otra etapa más pensando en el gran objetivo llamado campeonato.

Emiliano Spataro penaba con la suspensión y terminaba con otro abandono su incursión en el STC mientras la gente empezaba a aplaudir la contundente victoria de Llaver y la emocionante definición de la vuelta final en la que Urcera rompió su motor, mientras marchaba segundo, y llegó a duras penas a salvar el podio ya que sólo fue superado por Guerrieri antes de la reclasificación final.