El reconocido 10 del mundo, hizo fuertes declaraciones contra AFA, se definió como «embajador en el mundo» de la FIFA y dijo que no va «a perdonar a nadie» dentro de la AFA. También, respaldó a «Chiqui» Tapia y defendió a la Selección.
«Yo llegué a FIFA para limpiar la AFA. Y lo voy a hacer. Si tengo que pisar cabezas, lo haré. No voy a perdonar a nadie», dijo el ex jugador en una nota radial. «Yo ya le dije a (Gianni) Infantino que los de la Comisión Normalizadora se van. De la misma forma que queremos una FIFA transparente, queremos lo mismo para la AFA. Infantino quiere que yo dé el último martillazo», agregó.
Cuando lo consultaron acerca de su función dentro de FIFA, Maradona dijo que «de momento mi lugar en FIFA es ser embajador en el mundo, sobre todo en Sudamérica y Centroamérica».
En la misma nota publicada por minutouno.com, habló de la situación de los futbolistas que juegan en nuestro país: «Se viene un cambio en Agremiados que va a ser muy fuerte. Lo garantizo. Marchi está desde Grondona… y Grondona se murió. No quiero que Marchi se muera, pero quiero que se vaya», acotó con dureza. Y siguió con el tema: «Queremos caras nuevas que nos defiendan y digan: ‘Si no me pagás, como a todo obrero, yo no corro atrás de una pelota’. En el fútbol nos conocemos todos… Marchi: basta».
También se refirió a la actualidad del seleccionado nacional: «Si nosotros queremos a nuestra bandera, no hablemos más de que no vamos a clasificar: tengamos fe». «El equipo no está mal. Messi tiene que ser el dueño del partido, pero cuando tiene que descansar… que trabajen los demás», continuó. «Tengo una relación bárbara con Bauza desde el Mundial del 90 y lo quiero muchísimo. En el 90 Bauza era el primero en entrenar y sacrificarse. Hablaba y no era convocado… ¿Cómo no le voy a dar una mano?», añadió.
Y tuvo una dura declaración hacia Mauro Icardi, uno de los jugadores que pide la gente. «Antes de convocar a Icardi, lo convoco al «Indio» Bazan Vera. Me gusta mucho Lucas Pratto, prefiero dejar lejos a Icardi».
Luego se refirió a su relación con Carlos Bilardo, quien lo entrenó en el seleccionado nacional campeón mundial en 1986 y en el Sevilla. «Lo de Bilardo es pasado. Ya no creo en Bilardo y no voy a pedirle ningún consejo. Mientras esté yo, Bilardo no entra nunca más», dijo.
Finalmente confió sus ganas de trabajar en el mundo del fútbol. «Hoy estoy bien, no tengo que pensar en nada: estoy abocado a trabajar. Lo digo sin soberbia: el fútbol me necesita», remató.