Aniversario de Acha: Aquel glorioso 12 de agosto de 1969, la vuelta del Juzgado

Por Rubén Gutiérrez*

 

Conocí aquella causa como ávido oyente en largas tertulias invernales a la vera de la estufa leña en el hall del viejo Cine Rex los primeros años de la década del sesenta. Recuerdo polemizando allí a Abraham “Salmito» Salim, el Ing. Juan Carlos Garat, don Francisco Galarraga, don Manuel Iglesias, Enrique y Toto Bernasconi, el Vasquito Azcona, Rubén, mi padrey el invariable fogonero, mi tío Horacio “Tupi” Gutierrez. Entre muchos otros que iban a la función, pero más que la película proyectada les interesaba la charla franca y animada. Un tema permanente era qué hacer para lograr el progreso del pueblo. Había coincidencia en dos grandes objetivos, lograr la reparación histórica por el “robo” de la Capital que postró al pueblo y conseguir la radicación de industrias para el desarrollo económico y social de toda la región. Como se daba por descontado que la restitución de la Capital era imposible, el sucedáneo debía ser la recuperación del Juzgado Letrado perdido en 1904.

 

DOS SUEÑOS.

El Juzgado y las industrias, fueron la música trillada de las conversaciones de los mayores en mi niñez y primera adolescencia, como para muchas generaciones de achenses. Algo así como la Gran Causa Popular, antorcha encendida en la mayoría de las conciencias pueblerinas. Era la gesta de la reivindicación histórica de aquella injusticia perpetrada y nunca reparada. General Acha fue por más de veinte años la Capital del Territorio, y no solo se trató de una perdida institucional, sino también la frustración de muchos proyectos de vida de mujeres y hombres que enfrentaron el desierto y cuando comenzaban a ver los primeros frutos de tanto sacrificio, fueron despojados sin atenuante por el poder central.

Podemos decir entonces, que las luchas por la recuperación del Juzgado Letrado comenzaron el mismo día que se consumó el despojo. Aquel fatídico 9 de junio de 1904, se organizó una pueblada para resistir el traslado definitivo de los, muebles, expedientes y demás elementos que aún no se habían llevado. Los pobladores se opusieron con movilización en la calle, cierres de los comercios y ocultando la documentación en zonas rurales, en lo que se llamó “la revolución achense”.

 

ACHENSES MEDIATICOS Y ASUSTADOS.

Después fueron muchas las comisiones, las gestiones, los movimientos, y los petitorios que se hicieron, todos muy meritorios y esforzados,, por cuestiones de espacio citaré uno por pintoresco.

En 1934 se creó una Comisión para recuperar el Juzgado, con la excusa política de la necesidad de descentralizar la Administración de Justicia del Territorio, puesto que entonces, ya Santa Rosa contaba con dos tribunales. Aquella organización tenía como Presidente al Procurador de la Cámara, Valentín Gutiérrez, era vice y Servando García, Secretario, junto a otros muchos vecinos. Lo curioso es que simultáneamente crearon una Subcomisión en la Capital Federal presidida por el notable intelectual y publicista Dr. Pbro. Carlos Pesce Battilana, personalidad destacadísima y muy conocida por la opinión pública a nivel nacional de esa época. El poder estaba en la metrópoli, porque éramos Territorio y allí había que hacerse escuchar y formular presión como fuera posible. Mi abuelo Valentín, siempre contaba la inhibición que sufrían cuando viajaban a Buenos Aires para realizar gestiones y su mentor, gran orador e intelectual, los presentaba ante autoridades nacionales, círculos de influencia como la Sociedad Rural, o los hacía entrevistar en programas radiales de las emisoras importantes de ese tiempo .Los estaban escuchando sus vecinos en el pueblo, pero también un auditorio nacional. Finalmente el Juzgado se trasladó…pero a Genera Pico. Otra derrota.

 

LA VICTORIA.

 

Sobre finales de los años sesenta los vientos del destino soplaron favorables, por fin. Gobernaba la provincia un interventor federal, el contralmirante Helvio Nicolás Gouzden, quien designó Intendente a uno de aquellos “Soñadores de la estufa del Cine Rex”. Era don Francisco Galarraga. Un gran hombre a quien mucho le debe General Acha. Era el momento tan esperado, porque el gobernador, un marino que venía de cumplir otra misión en el Sur del país, se sintió inmediatamente identificado con la historia de frustraciones padecidas por nuestro pueblo. Además desde el principio quedó impactado con la hospitalidad y la cordialidad que era recibido en sus visitas a General Acha. Ya funcionaba una nueva comisión Pro-Juzgado que estaba presidida por otro «soñador de la estufa”, Horacio “Tupi” Gutierrez, tan experto en el tema Juzgado , como en relaciones públicas.

Como había muy buena reciprocidad, en una de las visitas del Gobernador a General Acha, el Intendente y la Comisión organizaron un asado en la quinta “El Charquito” para agasajarlo, y allí les formuló la promesa que haría todo lo que estuviera a su alcance para reinstalar el tribunal en General Acha. Promesas habían cosechado muchas en tantos años, pero ésta se cumplió.

Recuerdo con mucha emoción esos días porque era muy joven pero muy consciente de lo que significaba ese logro para el futuro, pero también como reparación al esfuerzo y la memoria de tantos abnegados pobladores que habían soñado que llegara ese día.

La mayoría de las tareas recayeron sobre el Vasco Galarraga que se multiplicaba para solucionar todos las cuestiones que se presentaban. No olvido que contra viento y marea logró que la Sociedad Española cediera su edificio deteriorado frente a la Plaza Belgrano para que funcionara y esa iniciativa le deparó más de un disgusto y conflicto. Fue otra dura batalla, pero no importaba, ellos estaban jugados y habían esperado sesenta y cinco años para ver el gran momento. Trajinaba entre los trámites y papeleos administrativos necesarios viajando continuamente a Santa Rosa y la dirección personal y apasionada de las obras de albañilería para la reparación del viejo edificio.

En tiempo record se puso todo en condiciones con la colaboración decidida del gobierno provincial y el Superior Tribunal de Justicia. Fueron designados el Juez, Secretarios y empleados y el gran sueño se convirtió en realidad aquel glorioso 12 de agosto de 1969. Pero ese día faltaba que sufriera el Vasco la última peripecia. Un rato antes del inicio del acto oficial en el Parque Campos, le comunicaron que el anunciador oficial no podía concurrir y no pudo conseguir en la urgencia quien lo suplantara. Como siempre no se achicó o e inventó como presentador a un inexperto estudiante secundario, pero le insufló tanto ánimo y confianza que sus carencias casi pasaron desapercibidas. Este episodio me consta porque ese improvisado y asustado jovencito era… el suscripto. Y para mi fue uno de los días inolvidables de mi vida.-

El “Vasco” consiguió que se creara la sucursal del Banco de La Pampa y ese día también se inauguró, en un anexo del mismo edificio. No solo ya teníamos Juzgado, sino también otro Banco en el pueblo.

 

UNA ETICA Y UNA CONDUCTA COHERENTES

Han pasado cincuenta años de aquel 12 de agosto inolvidable, y por gratitud y justicia no podía dejar de evocar aquellos momentos maravillosos de los que fui testigo. Pido disculpas si este relato ha omitido involuntariamente hechos o personas que contribuyeron con su desinteresado aporte.

Por último quiero dar fe que aquellos “soñadores de la estufa” y las personas de su generación, no concebían su éxito personal, profesional o económico, sin el desarrollo simultáneo y armónico de toda la sociedad que componían. Su ética del bien común debe ser revalorizada como fuente de inspiración permanente en las actuales luchas por el progresode General Acha. Será el mejor homenaje a su ética y su conducta consecuente en aquella gesta.

 

*Docente UNLP

 

(Fotos: Francisco Galarraga, intendente de General Acha, y Horacio Marcos Gutiérrez, presidente Comisión Pro – Juzgado)