Los hermanos Miguel y Luis Leppez (este segundo puestero en la zona de General Acha) fueron liberados este lunes, luego de que el juez Carlos Ordas decidiera no extenderles la prisión preventiva mientras se investiga el violento asalto a un matrimonio en el campo “El Rincón”.
Los Leppez están apuntados como los entregadores. Mientras tanto, otros dos acusados -Daniel Correforte y Juan Ramón Acevedo- permanecen detenidos por ser los autores materiales del hecho, informó El Diario.
Esta mañana en la Ciudad Judicial se hizo una audiencia de reexamen al cumplirse los 10 días de prisión preventiva para los dos hermanos, que el propio Ordas había dictado semanas atrás. La fiscala Cecilia Molinari pidió extender la detención por 30 días, pero el juez decidió que no era necesario.
En cambio, decidió imponerles medidas de restricción de acercamiento a las víctimas y la obligación de presentarse semanalmente ante el Ministerio Público Fiscal.
El próximo jueves se hará la apertura de los celulares de los involucrados. Y la semana que viene se llevará a cabo una rueda de reconocimiento con los otros detenidos, ambos oriundos de la provincia de Buenos Aires.
El hecho ocurrió a fines de agosto, en el establecimiento rural que está ubicado en el cruce de las rutas 12 y 35. Las víctimas tienen 84 y 77 años de edad. Un mes después se realizaron las detenciones: Miguel Leppez fue detenido en Santa Rosa, su hermano Luis en General Acha, Correforte en Chascomús y Acevedo en Avellaneda.
Los delincuentes se habían llevado unos 700 dólares y 20 mil pesos en efectivo. El botín que buscaban era mayor, ya que tenían el dato de que el matrimonio había realizado una operación comercial bastante grande. Ese dato, según la investigación, fue aportado por los hermanos pampeanos. Cuando los atacantes llegaron al campo, el dinero ya había sido invertido.
El asalto tuvo características muy violentas. Además de haber golpeado a la pareja y dejar a ambos maniatados, al hombre -de apellido Fernández- lo sometieron a una sesión de torturas: le pusieron los pies en agua y le pasaron corriente por la cabeza, lo que le provocó un infarto. También usaron gas pimienta.
La identificación de los dos bonaerenses surgió ni bien sucedió el hecho, cuando la primera patrulla policial acudió ante el alerta del robo. Los cruzaron con la Ford Ranger en que se movilizaban detenida en la banquina, con el capó levantado, y allí les tomaron los datos. Con esos nombres, una de las víctimas los identificó en un reconocimiento fotográfico.
En ese mismo procedimiento, uno de los hijos del matrimonio reconoció a otro de los ocupantes de la camioneta porque lo solía ver seguido cazando en el campo que ocupan los hermanos Leppez.
