Este lunes, la cifra de muertos por el brote de un coronavirus en China se elevó a 81 personas. Ante esto, el primer ministro chino, Li Keqiang visitó la ciudad de Wuhan y el Gobierno extendió las vacaciones del Año Nuevo Chino para frenar la propagación del virus.
Además, un importante número de grandes empresas cerró o comunicó a su personal que trabaje desde casa en un esfuerzo por frenar la propagación de la enfermedad.
El número de casos confirmados en China aumentó alrededor del 30%, hasta los 2.744, cerca de la mitad en la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan.
Mientras aumentaba el temor en todo el mundo, Hong Kong, que ha confirmado ocho casos, prohibió la entrada a personas que hayan visitado Hubei en los últimos 14 días, una medida que no afecta a sus propios residentes. La cercana Macao, una ciudad que ha tenido al menos un caso del virus similar a la gripe, impuso una prohibición similar a los ciudadanos procedentes de Hubei, a menos que puedan demostrar que están libres de esta «enfermedad».
La ciudad de Haikou, en la isla de Hainan, en el sur de China, dijo que los turistas de Hubei estarían en cuarentena durante 14 días. El número de muertes provocadas por el virus en Hubei subió de 56 a 76, según los funcionarios de salud, lo que se suma a otros cinco fallecidos en otras partes de China.
Aunque se ha confirmado un pequeño número de casos en más de 10 países, relacionados con personas que viajaron desde Wuhan, no se han registrado muertes en otros lugares.
