Colombia: el Gobierno llama al diálogo mientras que el número de muertos asciende a 42

Este martes el Gobierno de Colombia plantó su disposición a negociar con las organizaciones que participan de las multitudinarias protestas sociales en las que la represión indiscriminada de las fuerzas de seguridad causó más de 40 muertes, a pesar de que el lunes a última hora las partes declararan fracasado el diálogo, en parte por la negativa de las autoridades de responder de manera afirmativa a los planteos del Comité Nacional de Paro.

El presidente Iván Duque procuró dar otro gesto con una nueva visita sorpresiva a Cali, epicentro de las protestas, aunque solo se reunió con autoridades.

Un dato saliente de la jornada fue que la Defensoría del Pueblo ajustó su número de muertos en las protestas a 41 civiles y un miembro de la fuerza de seguridad, lo que se acerca más a la cifra que manejan las organizaciones civiles y líderes de las protestas.

El Gobierno ratificó su disposición a conversar y que no tolerará que las fuerzas de seguridad abusen de su poder o excedan sus funciones.

«El Gobierno Nacional, a partir de este momento, está en la plena disposición de adelantar una mesa de negociación con el Comité Nacional del Paro para avanzar en los temas de la agenda que acordaremos con el acompañamiento de la Iglesia católica y de las Naciones Unidas», anunció el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, a través de un video.

El funcionario enfatizó que el Gobierno había analizado y evaluado las propuestas presentadas en la primera reunión exploratoria para lograr un acuerdo para poner fin a las protestas en el país, que llevan 13 días e incluyeron denuncias de violación de los derechos humanos, abuso policial y los muertos, entre ellos, el joven Lucas Villa, el estudiante que se convirtió en símbolo de la represión y que murió esta mañana tras días de agonizar.

El anuncio de Ceballos fue considerado por especialistas como un logro del Comité del Paro, que insistió en llamar negociaciones a los encuentros para buscar soluciones entre Gobierno y ciudadanía y no diálogos ni acuerdos, como los presentaba el Poder Ejecutivo.