Este martes a las 19 en punto en Villa Gesell, los padres de Fernando Báez Sosa caminaron entre los manifestantes que los aplaudía mientras se dirigían al escenario ubicado a pocos metros donde hace exactamente dos años un grupo de ocho rugbiers asesinó a patadas a su hijo de 18 años.
Familiares, amigos y vecinos llegaron a la convocatoria que realizaron los padres de Fernando, Graciela y Silvino, poco antes de las hora pautada para el comienzo del triste homenaje. Llevaban carteles donde pedían Justicia y reclamaban una condena a perpetua para los ocho imputados que se encuentran detenidos a la espera del juicio en su contra.
La puerta del boliche Le Brique, ubicado en la avenida 3 y Paseo 102, y que permanece cerrado desde el crimen de Fernando fue testigo esta vez del acto que comenzó con la lectura de una carta.
“Basta de violencia y que se escuche en cada rincón del mundo”, comenzó a leerse en la misiva. Y finalizó con este párrafo cerrado de aplausos:”Queremos que nuestro mensaje llegue a cada familia desde lo moral, lo espiritual, lo humanitario y lo solidario. Y, finalmente, así como en la primera marcha, queremos que este pedido de Justicia por Fer se extienda y pueda alcanzar al pedido masivo de Justicia de cada víctima de la violencia que parece no tener fin”.
Silvina al momento en que habló frente a la gente que se acercó a acompañarlos en el reclamo
Luego, distintos representantes de distintas religiones leyeron mensajes sentidos para pedir Justicia por el crimen y reclamaron que se frene de una vez la violencia.
Tras las cartas que se leyeron, Silvino tomó el micrófono y los manifestantes comenzaron a gritar Justicia mientras los padres de Fernando levantaban sus manos y apoyaban el reclamo. “Fernando era un chico excelente le gustaba venir a ver al mar lastimosamente se le cruzaron un par de asesinos en su camino”, dijo Silvino y le pasó el micrófono a Graciela que emocionada comenzó a hablar.
“Pasaron dos años, pero parece como si fuera ayer, que recibimos la peor noticia de nuestra vida. El nunca tuvo enemigos. Era el del amor cariño, solidario, así era mi Fernando y no podía creer cuando recibí esa noticia, yo que lo tuve 9 meses en mi panza. Me dio esa alegría, yo sé que en esta vida nada es eterno. La forma en que me lo arrebataron es imperdonable por eso luchamos y tratamos de ser fuertes y para seguir pidiendo justicia que todos los chicos deben ir a deber y volver a su casa a salvo. Quiero justicia por mi hijo y que no quede en la nada”, comenzó la madre.
Y continuó: “Era todo para nosotros, nuestro único hijo. Teníamos esperanza que él sería el que nos cuidara cuando seamos más grandes. Ahora nunca tendremos un nieto, nunca veré a mi hijo cuando se reciba. Que era lo que más anhelaba, Fer siempre decía que sería abogado penalista y que ayudaría a la agente, pero no pudo llegar porque le arrebataron la vida de una manera injusta y con la ayuda de todos ustedes lo vamos a lograr; el día que vea enjuiciado los asesinos de mi hijo quizá voy a tener paz”.
“Ayer fuimos a ver el mar y miramos el cielo y le pedimos a Fer que nos diera fuerza en este momento, no es fácil estar en el momento”, finalizó.
(Infobae)