La línea de diseño de vajilla enlozada El Galpón del Edén, de General Acha, se expande. Su dueña y encargada de los diseños, Gabriela Iturrioz, anunció que próximamente abrirá una sucursal en Miami para atender la demanda del público norteamericano y europeo. “Hacemos más que una fuente enlozada, vendemos el puente emocional que te conecta con lo mejor de tu niñez, con la mesa familiar”, contó.
Los enlozados -en su mayoría de cerámica- forman parte del centenario almacén de ramos generales La Nueva Moderna. “Sólo un pequeño porcentaje es enlozado; nos piden de todas partes del mundo”, reconoció.
Iturrioz es licenciada en comercio internacional y martillera y creó una línea de vasos, jarras, fuentes, teteras, ollas guiseras, platos y coladores con un gallo azul como insignia.
“Todo comenzó en Shangai, en 2019, cuando me crucé con una persona que me los ofreció”, contó Iturrioz. Además de su notable capacidad de trabajo y sentido de la estética, puede subirse a la caja de una camioneta y llevar adelante un remate de hacienda de la firma consignataria de la familia.
“Desde niña iba a los remates con mi padre y mi abuelo, forma parte de mi vida”, recordó Iturrioz. En un mundo reservado para hombres, su presencia no pasa desapercibida. “Es un trabajo duro, y en los ratos libros diseño”, agregó en una entrevista a La Nación.
Se fue a China buscando bombas solares, muy usadas en el oeste pampeano, tierra secana donde el agua es un bien muy escaso. Sin embargo, en el camino se cruzó con los enlozados. Aquella persona se los ofreció. “Me gustaba el enlozado chino, pero no los diseños, así que los hicimos nosotros”, afirmó. Criada en el campo, el simbolismo la llevó directo a esos años.
“No hacemos sólo un producto: cada vajilla enlozada tiene una fuerte vinculación con la familia”, afirmó Iturrioz. Hasta los cinco años vivió en un campo en el paraje Padre Buodo, muy cerca de General Acha. “Siempre hubo enlozados en la familia, mi madre y abuela, cocinaban con ellos”, agregó.
¿Por qué diseñar un gallo? “El gallo es lo que primero te despierta”, afirmó. A esta colección le dieron el nombre de las abuelas de ella y de Néstor Hugo Fuentes, esposo y a cargo de la consignataria. “Son tesoros”, resumió Iturrioz al referirse a los enlozados que se exhiben en el salón centenario del histórico almacén de ramos generales La Nueva Moderna.
Así es como se muestran en las altas e impecables estanterías, orgullosas y sometidas a un capricho encantador: parecen haber sido hechas hace algunas horas antes. El trabajo de restauración y mantenimiento de todo el almacén es maravilloso.
El Galpón del Edén es el nombre elegido por Iturrioz para reunir toda la línea de enlozados, pero además una amplia gama de artículos que equilibran la historia fuertemente vinculada al hombre de campo del almacén. “Quise incorporar la mirada femenina”, señaló Iturrioz. Lo logró y en poco tiempo, hoy es la casa de decoración más importante de La Pampa, una boutique que señala el camino a las tendencias y está en el radar de los principales chefs. En esta antesala a una tierra seca y agrietada, antes de penetrar el desierto solitario, este Edén brilla como un faro que ilumina una propuesta estética y bella. Es un viaje en el tiempo, a los buenos tiempos. “Cada enlozado me lleva a mi niñez”, recordó Iturrioz.
El fenómeno de los enlozados de El Galpón del Edén trascendió las fronteras de General Acha. Símbolos de la cocina familiar, clientes de todo el país se acercan a buscar algunas de las colecciones. “Nuestro objetivo es llegar a Estados Unidos y Europa”, señaló Iturrioz. El desembarco en Miami busca poder cumplir esa meta.
