Más de 25 mil familias viajaron a Chile a comprar tecnología y ropa más baratas

El aluvión de este fin de semana largo de octubre no dejó margen de duda: 26 mil familias cruzaron a Chile desde Mendoza en apenas tres días. El sábado la fila de autos alcanzó los 15 kilómetros, en plena ruta zigzagueante de la cordillera de los Andes.

El promedio de espera en la Aduana fue de ocho horas. Los visitantes no sólo provenían de Mendoza, sino también de otras provincias como San Luis, San Juan, Córdoba y La Pampa, informó el sitio clarin.com. Y hasta hubo turistas-compradores que viajaron desde Buenos Aires. La vuelta fue más tranquila, con un retorno escalonado porque muchos fueron sólo a comprar y volvían; y otros aprovecharon para quedarse y tomarse unas minivacaciones. La espera de ayer, según datos de la tarde de Gendarmería Nacional, se redujo a entre una y dos horas. “Se ha convocado el doble de personal de Migraciones y de Aduana en el edificio de Horcones y se agregaron cabinas para atender en el exterior del complejo”, contó el comandante de Gendarmería Néstor Galeano.

En el ranking de lo que compran los argentinos en Chile, el primer puesto lo tiene la indumentaria, en especial zapatillas. En segundo lugar, la tecnología, con los smartphones y los televisores a la cabeza. Y tercero, los pequeños electrodomésticos, como procesadoras, licuadoras y pavas eléctricas, que del otro lado de la cordillera se ofrecen en combos de productos.

Adriana Aguirre eligió viajar a Chile el pasado fin de semana. Como la gran mayoría de los argentinos, optó por la capital, Santiago, con un objetivo claro: turismo de compras. Fueron tres días rastreando precios convenientes y ofertas. El principal resultado de la búsqueda fue un televisor curvo de 65 pulgadas con definición ultra HD y 4K. “Era el último que quedaba y me lo bonificaron casi a mitad de precio”, celebró la mendocina. “Veníamos por uno chiquito pero no había diferencia, así que aprovechamos nos mandamos”, agregó entre risas. El mismo televisor que en Mendoza cuesta cerca de 50.000 pesos, Adriana lo compró por menos de la mitad.

Al llegar a la Aduana de Horcones, le pidieron el comprobante de pago del televisor y revisaron que en el interior de la caja no hubiera otros productos, aprovechando la cobertura del envase. Pudo ingresar con su TV del última generación, pero muchos viajeros no conocen bien lo que está permitido y lo que no. No se pueden traer cubiertas y llantas; estéreos ni repuestos de autos. En los artículos de la línea blanca están prohibidos los lavarropas, heladeras, cocinas, microondas y secadoras; y también los muebles y colchones. Para evitar inconvenientes es importante declarar todos los objetos electrónicos antes de salir del país.

Los turistas deben llenar el formulario OM2087 de la AFIP y declarar todo lo comprado. En lo que va de 2016, la AFIP ha recaudado más de 60 millones de pesos por el pago de exceso de franquicia por parte de los turistas. El monto ya excedió a todo 2015, cuando lo recaudado no alcanzó los 40 millones de pesos. Cada pasajero tiene hasta 150 dólares de franquicia y los menores de 16 años, 75 dólares. En caso de grupo familiar directo, pueden sumarse los montos: una familia tipo (dos adultos y dos menores) puede ingresar sin pagar impuestos hasta 450 dólares. Si la mercadería excede el monto por pasajero o grupo familiar se debe pagar un 50% de recargo por el saldo que quedó fuera de la franquicia.

Cada pasajero que ingresa al país en auto o colectivo es revisado por personal de la AFIP, que exige los tickets y facturas de las compras. El gendarme Galeano contó que en el 90 por ciento de los casos, quienes cruzan con mercadería lo hacen muy por encima de los límites de franquicia establecidos. Allí es donde Aduana controla que se paguen los excedentes. Los controles se reiteran en la ruta. Si Gendarmería detecta los artículos de contrabando, los decomisa. “Tenemos los depósitos abarrotados con productos incautados”, dijo Galeano.