Sabroso, la banda cuartetera cordobesa, suspendió el show que iba a brindar anoche en Santa Rosa porque la empresa organizadora incumplió con el pago del caché acordado. El público esperó cuatro horas y cuando le comunicaron que los músicos no iban a actuar se desataron los incidentes: arrojaron botellas y rompieron ventanas del local Castelvecchio. La Policía demoró a dos hombres y una mujer.
La entrada al recital costó 200 pesos. La organización estuvo a cargo de JP Producciones, vinculada a Guillermo Martínez, exfuncionario del área de Prensa del Ministerio de Seguridad, que conduce Juan Carlos Tierno).
Martínez anunció en su Facebook horas antes del recital que el show se iba a desarrollar con «total normalidad». Sabroso tenía previsto presentarse a las 23, pero nunca actuó.
Es que pasadas las 2 de la madrugada el público comenzó a impacientarse porque la banda no subía al escenario de Castelvecchio y la situación se descontroló cuando se conoció que los músicos no iban a actuar por falta de pago del caché acordado.
La gente empezó a expresar su bronca: generó destrozos y desmanes, motivo por el cual debió intervenir la policía, que efectuó algunos disparos con balas de goma.
Martínez tenía un antecedente similar cuando trajo al cuartetero cordobés Damián Córdoba y el recital se demoró por varias horas porque no había realizado los trámites de habilitación, ni contaba con servicio de adicionales policiales.
