La CGT, a través de un comunicado repudió los dichos del presidente Mauricio Macri, en el Día de la Bandera y respaldando a los trabajadores del Transport.
La Central Obrera señaló que desde el Gobierno buscan «cargar sobre las espaldas de los trabajadores los altos costos de la crisis generada por sus políticas de ajuste y hambre».
A través de un comunicado de prensa la Confederación General del Trabajo repudió la descalificó que Macri tuvo contra Hugo y Pablo Moyano.
Mauricio Macri, en su discurso en el acto oficial por el Día de la Bandera, frente a niños de edad escolar que juraban lealtad a la enseña patria, en ningún momento se refirió a Belgrano ni a la bandera.
El mandatario, en vez de hacer mención a lo que significa la bandera y Manuel Belgrano, para los argentinos, se limitó a cuestionar a los Moyano y sostuvo que forman parte de «la patota del transporte», que provoca que «la Argentina tenga el costo más alto de la región».
En el comunicado la CGT expresa, “Desde la Confederación General del Trabajo repudiamos las frases vertidas en el día de la fecha, haciendo alusión a «mafias» relacionadas con los trabajadores del Transporte”.
Además agregan que “Con madura responsabilidad se viene planteando desde las distintas vertientes del movimiento obrero la imperiosa necesidad de atravesar un camino de tolerancia alejado de cualquier tipo de agravio y provocación en un momento crítico como el que está viviendo el pueblo argentino, pero percibimos con enorme preocupación que altos funcionarios del Gobierno pretendan basar sus discursos de campaña intentando cargar sobre las espaldas de los trabajadores los altos costos de la crisis generada por sus políticas de ajuste y hambre que vienen llevando adelante sin ningún tipo de sensibilidad social”.
La CGT llevó a cabo cinco paros generales en la gestión de Mauricio Macri. El último fue el 29 de mayo. En las últimas horas se supo que el desempleo estaba en dos dígitos. Pese a la destrucción de puestos de trabajo, la cantidad de medidas de fuerza fue identica a la del período 2011-2015 durante el segundo mandato de Cristina Kirchner.
“Desde esta Central nos solidarizamos con cada trabajador y sus representantes gremiales que sean víctima de cualquier acto de violencia e injerencia ejercida desde el Estado, e instamos a que cada actor social asuma la responsabilidad que le corresponde para dar vuelta una crisis social y económica que este país y sus ciudadanos no merecen”, concluyen los gremialistas.
