Casa de Piedra: se cumplen dos semanas de la búsqueda de los pescadores

Se cumplen casi dos semanas de la trágica desparición de los tres pescadores en Casa de Piedra. Todo se inició el pasado 30 de septiembre, alrededor de las 11:00 horas, cuando Eduardo Aranguez (52 años), su hijo Darío (31) y su sobrino Moisés Durán (44) decidieron embarcarse en una lancha a motor en el lago.

De acuerdo a lo que estiman los investigadores, lo hicieron desde el puesto Ñanculeo en la zona conocida como La Rinconada que está a unos 60 kilómetros al este de Catriel.

Los familiares tuvieron el primer mal presentimiento cuando en la noche del martes 1 de octubre cuando los pescadores no arribaron a Catriel a ver el clásico River-Boca, como habían programado.

Ese mismo día, un grupo de ellos viajó al lugar donde se encontró con la camioneta y tres salvavidas entre otros elementos. El miércoles decidieron hacer la denuncia ante la policía.

Luego de que se activara el protocolo de búsqueda, en la zona trabajan desde ese día policías de Río Negro y La Pampa, la Justicia de ambas provincias, Prefectura Naval, bomberos de Catriel y 25 de Mayo, y Defensa Civil de La Pampa. También lo hacen buzos, un avión y un dron.

Al rastrillaje hay afectadas tres lanchas del lado de La Pampa, cuatro camionetas de lado Río Negro, una particular de Bomberos y una traffic. En total trabajan unas 30 personas.

Durante la primera jornada de rastrillaje un bote de Prefectura halló dentro del lago -en la costa de La Pampa- el cadáver Eduardo Aranguez. El cuerpo estaba cerca del jaulón del criadero de truchas que está a pocos kilómetros de la Villa Casa de Piedra.

Cerca de allí, también recuperaron una mochila con los tres celulares, otra mochila con los borcegos de Darío Aranguez, una caña de pescar de Eduardo Aranguez y un par de zapatillas. Desde ahí, a pesar de la incesante actividad, no apareció nada más.