Lázaro Báez dijo que lo presionaron para involucrar a la familia Kirchner

El empresario Lázaro Báez manifestó hoy que fue presionado por «el poder real» para involucrar con su declaración a la familia Kirchner en hechos de corrupción y aseguró que también le ofrecieron reunirse con el actual ministro de Justicia, Germán Garavano.

«Soy una víctima del poder real», dijo Lázaro Báez en su primera declaración ante el Tribunal Oral Federal 4 en la causa por lavado de dinero denominada «Ruta del dinero k», en la que no contestó preguntas.

Báez se definió como un empresario «emprendedor» y dijo que le «armaron la causa porque no toleraron que un don nadie compitiera».

Además, aclaró que siempre fue amigo de Néstor Kirchner, incluso antes de asumir como presidente de la Nación.

Por otra parte, subrayó que su detención se convirtió en un «show» al igual que las causas en su contra, todo con el objetivo de llevar adelante un «plan maestro, político y judicial».

«Voy a hacer una exposición no voy a contestar preguntas», comenzó su relato el empresario, que leyó luego toda su declaración.

«La verdad de las cosas es que soy víctima de una campaña atroz por parte de los distintos poderes reales de nuestro país, esta campaña incluyó el encarcelamiento de políticos y empresarios de los medios para quedarse con todo», acusó Báez, quien dijo creer que las causas en su contra no tuvieron otro fin que «atacar el modelo justo y soberano que logró Néstor Kirchner».

En ese sentido, dijo que fue elegido «como la ejemplificación del castigo» en donde «destruyeron» a su familia, detuvieron a su hijo Martín Báez y persiguieron a sus socios.

«Mi situación se utilizó como una amenaza implícita para otros, me hicieron tan tristemente famoso que con solo decir Lázaro ya se sabe de quién se habla, y usan mi nombre para adjetivar, convirtieron mi nombre en un sinónimo de testaferro, sin una condena», agregó.

El empresario aseguró que fue «acosado por el servicio de inteligencia a la orden del actual Gobierno» y que en oportunidad de ser llevado en 2016 al Hospital Penitenciario Central de Ezeiza se le presentó la abogada Claudia Balbín, quien dijo trabajar para Silvia Majdalani (segunda de la AFI), ofreciéndole ser «arrepentido» y beneficios si involucraba con su declaración a los Kirchner.