Perú destituyó a su ministra de Salud después de las cuatro primeras muertes por coronavirus

El presidente de Perú, Martín Vizcarra, destituyó el viernes fulminantemente a la ministra de Salud, Elizabeth Hinostroza, en plena crisis por el coronavirus COVID-19, y en su reemplazo nombró a Víctor Zamora, “un profesional con experiencia” en la gestión de la salud pública.
Vizcarra anunció este cambio durante la rueda de prensa habitual que realiza con sus ministros cada jornada para explicar los avances de la situación de la pandemia en el país, un encuentro en el que precisamente había llamado la atención la ausencia de Hinostroza.
“Hoy haremos un cambio importante en el Consejo de Ministros, la ministra de Salud, Elizabeth Hinostroza. Queremos agradecerle su trabajo y entrega, pero una evaluación rigurosa de los acontecimientos nos obliga a tomar la decisión de que la reemplace otro profesional, médico también pero experto en Salud Pública”, dijo Vizcarra.
El mandatario no anunció en su momento quién iba a ser el nuevo ministro, si bien apenas minutos después de concluida la rueda de prensa tomó juramento a Zamora, un médico experto en planificación y gestión con amplia experiencia tanto dentro como fuera del país.
Hinostroza, médica cirujana y general de la Policía Nacional, asumió el cargo hace apenas cuatro meses, mientras se desarrollaba la crisis del COVID-19, y ha recibido críticas de distintos colegios médicos y enfermeras por la escasa preparación del país en los meses anteriores a la pandemia.
Sin embargo, la gota que parece haber colmado el vaso fue la muerte el jueves de una persona que pasó varios días en su casa esperando que se le entregara el resultado de un examen de coronavirus.
Muchos vieron de forma problemática la tardanza en informar al fallecido, que había llamado a las autoridades varias veces para conocer su situación y que fue finalmente encontrado por un médico amigo al que había pedido que intentara obtener el resultado de su examen.
Este médico pudo comprobar que el hombre estaba infectado por el virus, pero cuando fue a verlo a su casa para avisarle del resultado ya estaba muerto.
La mala gestión de este caso centró este viernes la atención mediática y desató la alarma entre muchas personas que se encuentran aisladas y en la misma situación que el hombre que murió.
Cuatro muertos, más enfermos
Más allá de ese cambio político, Vizcarra informó también que en total son cuatro las personas fallecidas debido al COVID-19 en el país, mientras que hay 263 casos que han dado positivo en los análisis, 20 más que los registrados en la jornada del jueves.
“La muerte de las cuatro personas es un hecho trágico, y nos duele a todos los peruanos… Y es lo que nos hace ratificar el esfuerzo que debemos desplegar las autoridades y toda la población para enfrentarlo de la mejor manera”, indicó.
Para Vizcarra, estas cifras “obligan a continuar con la estrategia” de cuarententa generalizada, toque de queda e inmovilidad social impuesta desde el pasado lunes sobre todo el país, al tiempo que anunció que se tomarán muchas más pruebas en cuanto sea posible.
Según dijo, la aspiración es hacer diariamente el número de pruebas que hasta la fecha se han hecho en el país desde que estalló la crisis, hace más de quince días, que alcanzan las 4.298.
“Si estos diez días que faltan del estado de emergencia trabajamos bien y con compromiso, no necesitaríamos ampliar el período”, afirmó el mandatario.