La carrera dentro del Partido Conservador británico por reemplazar a Boris Johnson como primer ministro británico sumaba este domingo un total de 10 candidatos, para una contienda que estará centrada en la gestión fiscal, en la que muchos aspirantes buscan desmarcarse del exministro de Finanzas Rishi Sunak, uno de los favoritos.
La última figura que se sumó a las postulaciones fue este domingo la jefa de la diplomacia británica, Liz Truss.
«Lucharé en estas elecciones como conservadora y gobernaré como conservadora», dijo Truss, de 46 años, al periódico Daily Telegraph.
La canciller se une a otros nueve candidatos en la carrera por el liderazgo del Partido Conservador -el partido con mayoría en la Cámara de los Comunes- y, por tanto, de Downing Street.
Una de las últimas personalidades en anunciar su aspiración fue la diputada conservadora Penny Mordaunt, la secretaria de Estado para el Comercio Internacional, que fue la primera mujer en ocupar el cargo de ministra de Defensa en 2019.
Mordaunt, de 49 años, pidió que el debate público «se centre un poco menos en el líder» para concentrarse en «el barco».
El jueves pasado, el líder conservador Johnson anunció su dimisión luego de que una avalancha de renuncias en su Gobierno por varios escándalos éticos hiciera evidente que ya no tenía el apoyo de su Partido Conservador y era incapaz de gobernar.
El político de 58 años, sin embargo, dijo que renunciaba como líder conservador de manera inmediata, pero que seguirá como premier hasta que su partido elija a su sucesor.
Se espera que el Partido Conservador, que tiene mayoría en el Parlamento, elija un nuevo líder en octubre. Quien resulte designado debería ocupar el cargo hasta las próximas elecciones generales de 2024.
En las últimas horas también se dieron a conocer las aspiraciones de llegar a Downing Street de los exministros Sajid Javid y Jeremy Hunt.
Ambos insistieron en la necesidad de recortar los impuestos, en un intento de desmarcarse de la línea que defendió Sunak como ministro de Finanzas, quien buscó un saneamiento de las cuentas públicas, en un país asfixiado por una inflación no vista en 40 años.